ALMANZOR

   Mohamed ibn Abi Amir, mas conocido como al-Mansur o  Almanzor (el Victorioso), descendía de una familia de la nobleza árabe de segundo grado, que  habían sido hombres de leyes. Él mismo, estudio leyes en la Universidad cordobesa y se estableció muy cerca del palacio del califa. El 22 de febrero del 967 fue nombrado intendente de los bienes de los dos hijos del califa,  a finales del 968, tesorero y curador de las sucesiones, y el 11 de julio del 970 administrador de los bienes del príncipe heredero Hixam. Contó con el apoyo de la favorita del califa Subh La Vascona, madre de los dos únicos hijos de al-Hakam II y tras demostrar sus excelentes dotes de gobernante, consiguió el mando del ejército, llegando a convertirse en el más famoso guerrero de cuantos hubo en la España musulmana.

   Al parecer tenía una excelente presencia física, y sus maneras eran muy correctas y distinguidas, a la vez que era ambicioso y cruel. Decían que era tan temido que” ni los caballos se atrevían a relinchar en su presencia”.

   Dirigió cincuenta y dos campañas contra los cristianos españoles y contra pueblos del norte de África. Solía realizar una campaña en primavera y otra en otoño, y siempre salió victorioso en todas ellas.

   Así tomó a Barcelona en el 985, a León en el 987 y Compostela en el 997 y reconquistó casi toda la España cristiana. Cuando tomó a Compostela, destruyó la basílica, aunque respetó el sepulcro y a su guardián (por superstición), e  hizo llevar por cautivos, las campanas y las puertas del santuario a Córdoba, fundidas para construir la armadura de los techos de la ampliación de la mezquita de esa ciudad. En su última campaña entre junio-julio del 1002, destruyó el Monasterio de San Millán, patrono de Castilla, y de regreso se enfrentan a él la coalición formada por Vermudo II de León, García Fernandez de Castilla y García II Sanchez de Navarra. El encuentro tiene lugar cerca de Calatañazor, venciendo los reyes cristianos, aunque allí no se encontraba Almanzor que, al parecer empeoró de la enfermedad que padecía (se desconoce)  y fue llevado a Medinaceli en litera poco antes de la batalla, falleciendo en la noche del 10 al 11 de agosto de 1002, siendo enterrado en el patio del alcázar de esta plaza.

   Antes de morir ordenó a su segundo hijo Abdelmelik que fuera a Córdoba para hacerse cargo y sucesor  de su poder, dándole todo tipo de consejos sobre como manejar a califa Hixam II y su camarilla. Pero Abdelmelik solo vivió seis años más que su padre, al parecer asesinado por su hermanastro Abderramán Sanchuelo, que pronto fue nombrado sucesor de Hixam II ante la imposibilidad de tener hijos que le sucedieran.

   Hixam y Abderramán tenían mucho en común, ambos eran hijos de mujeres navarras y al parecer emparentadas entre sí. Abderramán murió pronto, al entrar en Córdoba con sus tropas para intentar sofocar una rebelión del nieto de Abderramán III.