Muerto Fernando I, y su reino repartido entre
sus hijos, Sancho II que pretende el reino unido tal como lo tuvo su
padre, se une con su hermano Alfonso VI ,y destronan en 1071 a su hermano García y
se reparten el reino de Galicia. Pero en enero de 1072 se enfrentan Sancho y
Alfonso en Golpejera. Sancho cae en manos de los leoneses y Alfonso prisionero
de los castellanos, pero El Cid que lucha al lado de Sancho lo libera y pasea a
Alfonso encadenado por las ciudades y castillos leoneses. Así el 12 de enero de
1072, Sancho se corona como rey de León y de Castilla.
Solo la ciudad de Zamora, propiedad de su
hermana Urraca, se niega a admitir como
rey a Sancho, por lo que éste sitia la ciudad, donde paradójicamente encontrará
la muerte, al parecer a manos del caballero Vellido Dolfos que fingiendo su
amistad y con la excusa de facilitarle una entrada oculta a la ciudad lo
asesina, según la leyenda, cuando se encontraba realizando imprevistas
necesidades. Cuando el Cid Campeador descubre el magnicidio persigue al
caballero que, se oculta en la ciudad de Zamora donde le ofrecen refugio
inmediato. Este hecho ocurre el 7 de octubre de 1072.
Otra leyenda forjada sobre el sitio de
Zamora, supone que el caballero castellano Diego Ordoñez lanzó un reto que
recogió el campeón de la ciudad, Arias Gonzalo, quien primero él y después sus
hijos combatieron contra Don Diego en palenque cerrado.
Alfonso VI que se encontraba bajo la
custodia del rey musulmán de Toledo, Al-mamún, a la muerte de su hermano
recupera su reino de León y al mismo tiempo el de Castilla. Pero los nobles y
magnates castellanos convinieron exigir al rey juramento de no haber
intervenido en la muerte de su hermano, juramento que prestó en la iglesia de Santa
Gadea de Burgos, de manos del caballero Ruy Díaz de Vivar, conocido como el Cid
Campeador. Se atribuye a este hecho la falta de cordialidad que existió siempre
entre Don Alfonso y el Cid.
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