martes, 25 de junio de 2013

WAMBA REY A LA FUERZA Y SU REFORMA MILITAR

Orla de Wamba

   Al morir el rey Recesvinto, los próceres reunidos en Aula Magna, eligen rey a Wamba, uno de ellos, que había desempeñado importantes cargos en los reinados anteriores. Debido a su avanzada edad, se niega a aceptar la corona, pero finalmente es obligado por los magnates que lo habían elegido. Es consagrado en Toledo por el Obispo Quirico el día uno de septiembre del 672.

   Poco después de hacerse cargo del reino, tiene que sofocar la rebelión de los vascones y cántabros, pueblos poco romanizados, de origen incierto,  que habían tenido diversos enfrentamientos con anteriores reyes visigodos puesto que no aceptaban la idea de estado romana ni goda. Lo consigue en una guerra relámpago que solo dura tres días. Los cántabros aceptan definitivamente el estado visigodo, pero lo vascones seguirán insumisos hasta la edad media.

   El día uno de noviembre del 673, Wamba promulga una ley estableciendo obligaciones militares para todos sus súbditos, incluyendo a los clérigos,  quienes tradicionalmente estaban exentos del servicio de armas. Esta ley tiene su justificación en el continuo incumplimiento por parte de los súbditos de sus obligaciones guerreras y económicas, y la creciente expansión árabe en el norte de África.
La ley establece que, en caso de ataque al reino, debe acudir la hueste de forma inmediata, sin esperar la llamada del rey,  aquellas fuerzas que se hallen a menos de 100 millas del enemigo. La falta de esta asistencia se pena con la pérdida de bienes y cargos, bien sean laicos o eclesiásticos.

   Entre el 674 y 675, 270 naves árabes desembarcan y toman Algeciras (Julia Traducta), pero gracias a las obligaciones establecidas en la ley, inmediatamente se enfrenta a ellos y son rechazados, perdiendo la mayor parte de las tropas de desembarco.

   A pesar de su avanzada edad, Wamba no terminó sus días en el trono, puesto que una conjura dirigida por Ervigio, lo destronó y le obligó a  hacerse  monje. Le sucedió en el trono el propio Ervigio.


   

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