viernes, 21 de junio de 2013

LA EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS DE ESPAÑA



   Desde el año 135 en el que los romanos conquistaron Jerusalén, tras largo asedio a los hebreos que se les habían sublevado, y les prohibieron pisar esa ciudad sagrada y practicar su religión, bajo pena de muerte, comenzó la diáspora (dispersión) del pueblo de Abraham, por todo el mundo. Un grupo de ellos fue deportado a ciudades del sur de Hispania, creando así las primeras colonias de Sefarad.

  Una vez conseguida la unidad  religiosa católica en España, a partir de Recaredo, la mayor parte de los reyes godos dictan leyes muy duras contra los judíos, hasta que  el rey visigodo Sisebuto, publica en el año 615 una ley en la que obliga al bautismo a todos los judíos o la extradición forzosa. Consiente el matrimonio entre judíos y cristianas, y viceversa, siempre y cuando el cónyuge se convierta al cristianismo y sus hijos sean educados en la religión católica.

   Clausura las sinagogas y los cementerios judíos y prohíbe la práctica de su religión, por lo que muchas familias optan por la emigración.

   La iglesia católica por su parte, es contraria a la conversión forzosa, pero una vez cristianizados, se muestra muy vigilante del cumplimiento y perseverancia en la fe de los convertidos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario