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| Doña Urraca, hija heredera de Alfonso VI |
El 30 de junio de 1109, es proclamada reina regente de Castilla y León
Dª Urraca, a la muerte de su padre Alfonso VI.
Viuda de Ramón de Borgoña con quien había tenido un hijo, Alfonso
Raimúndez (futuro Alfonso VII), se casa en segundas nupcias con Alfonso I del
Batallador, rey de Aragón – ambos bisnietos del rey Sancho el Mayor de Navarra,
por lo que tuvieron que luchar contra la oposición de la Iglesia-.
Los cónyuges firman un documento de reciprocidad de sus reinos a título
personal y de por vida, con el fin de unir ambas coronas en la cabeza de un
posible futuro heredero, que nunca tuvieron. Este es el precedente de los Reyes
Católicos de unir ambos reinos.
Su relación como matrimonio fue de continuos episodios de amor y desamor. En
1111 Dª Urraca, acepta la nulidad matrimonial, pero al poco tiempo vuelve a
Zaragoza con Alfonso I y éste la
encierra en la fortaleza de Castellar. Acto seguido invade Castilla, pero es
vencido y sitiado en Peñafiel. Cuando tiene todo perdido, ser presenta Dª.
Urraca y se produce la reconciliación, salvándole de caer prisionero. Muy
odiado el aragonés por los castellanos, ardió el Reino en guerras, y en varias
ocasiones en que el Batallador estaba en peligro se producía una nueva
reconciliación, por lo que los Castellanos dejaron de confiar en su reina. Al
fin en 1114 aceptaron la nulidad matrimonial definitiva y el aragonés volvió a
su reino dejando mala memoria en Castilla.
El hijo de Dª. Urraca, Alfonso, fue coronado como rey de Galicia siendo
aún muy niño, y no tomaría posesión de los reinos de León y de Castilla hasta
la muerte de su madre.
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