
Le sucede su hijo Alarico II
quién intenta frenar el expansionismo de los francos y se enfrenta a su rey
Clodoveo, quien había unido a todas las tribus y pueblos francos. Se enfrentan
en el año 507 en la batalla de Voclade (Vouillé) cerca de Poitiers alegando
diferencias religiosas (los francos eran católicos y los visigodos arrianos).
Vence Clodoveo y en la batalla pierde la vida Alarico, por lo que los francos
ocupan los vastos territorios que poseían los godos en la Galia. L os visigodos, derrotados, se desplazan hacia
la península ibérica, donde ya poseían la Tarraconense y se
fueron dilatando por el resto de España, conquistándoles territorios a los suevos.
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