Finalizada la conquista de España por los romanos, nuestra Patria entró en un largo periodo de paz que duró mas de 300 años, y favoreció extraordinariamente el progreso de los españoles, puesto que adquirieron las costumbres y cultura de los romanos que eran mucho mas avanzadas que las nuestras.
Dividieron a España, primero en tres y después en cinco provincias para una mejor administración, Bética, Lusitania, Galaica, Cartaginense y Tarraconense, gobernadas por Pretores (Jefes militares). Construyeron calzadas y caminos que, comunicaban las diferentes ciudades entre sí y con los puertos, favoreciendo muchísimo el comercio. Continuaron explotando las minas de todo tipo, oro, plata, cobre, plomo, cinabrio, hierro, etc.
La agricultura alcanzó tal desarrollo que Hispania era considerada el granero de Roma, a la que suministraba, trigo, cebada, vinos, lana, salazones etc. Introdujeron el arado con la reja de hierro, y generalizaron el uso de hoces, hachas, cuchillos y bieldos. Talaron zonas boscosas y drenaron otras pantanosas, convirtiéndolas en terrenos de cultivo.
Se realizaron grandes obras de ingeniería civil, como puentes, acueductos, circos, teatros, templos, murallas y grandes monumentos sobre todo arcos conmemorativos y de triunfos.
Se adoptaron las costumbres romanas de todo tipo, modales, vestidos (se aceptó la toga, la prenda mas característica romana) y también los modelos de espadas, arietes, cascos, monturas para caballería etc.
En lo cultural, nos trajeron el latín, del que procede nuestra maravillosa lengua castellana . También sus leyes y su religión. Nos legaron "El Derecho Romano", del que parten nuestras raíces jurídicas. Durante la romanización, España dio a Roma hombres tan ilustres como Séneca, Quintiliano, Lucano, Columela, y hasta emperadores como Trajano, Adriano y Teodosio.
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