En el año 709 muere Witiza, pero antes en un
intento de que su hijo Ákhila heredase la corona, como él la había heredado de
su padre Égica, le nombró gobernador de la Septimania (sureste de
Francia) y de la Tarraconense. Sin
embargo los nobles prefieren el antiguo sistema germánico de la monarquía
electiva y reunidos en Aula Regia, nombran rey a Don Rodrigo, hijo de
Teodofredo y nieto de Chindasvinto, que hasta ese momento era el gobernador de la Bética. Por ese motivo estalla una
guerra civil que, se resuelve con la victoria de Don Rodrigo.
Mientras tanto, los musulmanes se han
expandido por todo el norte de África, y han conquistado todos los territorios
que tenía el imperio romano de oriente (Bizancio), hasta el océano Atlántico,
salvo la ciudad de Ceuta que está en manos del Conde Don Julián. Huidos los
hijos de Witiza y sus partidarios, junto con su tío el Obispo Don Oppas, piden
ayuda a Don Julián que, según la leyenda estaba encolerizado por la deshonra de
su hija por el rey, y proponen a los musulmanes que les ayuden a cambio de
obtener un enorme botín de guerra.
El gobernador árabe Muza, aprovecha que Don
Rodrigo y su ejército se encuentran sofocando una rebelión de los vascones,
para hacer una incursión en la península. Ordena a su oficial Tarif que,
acompañado por el conde Don Julián realice una incursión en España, como toma
de contacto contra las tropas peninsulares. Desembarcan en julio del 710 en lo
que hoy se conoce como Tarifa (a partir de ese momento recibe ese nombre) con 4
barcos prestados por Don Julián, 100 tropas de caballería y 300 infantes y
conquistan Algeciras, la saquean y vuelven de nuevo a África con un rico botín.
Animado por la facilidad de la conquista y
las riquezas obtenidas, Tarik ben Ziyad ( que no Tarif) desembarca en la
península, en Gibraltar en Abril o Mayo del 711, ayudado por Don Julián y los
partidarios de Ákhila (viticianos). La invasión había comenzado. Ante la
noticia, Don Rodrigo se desplaza con su ejército, y se enfrenta al conglomerado
de árabes y berebéres, en la batalla del
rio Guadalete o de la laguna de la
Janda y resulta vencido. Entre los oficiales de su ejército
tiene a los hermanos de Witiza (Oppas y Sisberto), que resultan causa fundamental en su derrota (se pasaron al enemigo). Se
supone que Don Rodrigo perdió su vida en la batalla, pues a partir de ese
momento no se tiene ninguna noticia sobre él. El resto de nobles vencidos que
no fueron hechos prisioneros, se refugiaron en sus respectivas ciudades, donde
hicieron frente a la invasión mientras pudieron.
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