Migraciones de los pueblos germánicos |
Por otra parte, la mayoría de los campesinos no podían soportar la durísima presión económica a la que eran sometidos por los romanos y se unieron a los pueblos germanos, a los que veían como sus libertadores.
A pesar de su rudeza, los pueblos germánicos también tenían algunas virtudes, como era su valentía, su concepto del honor y la familia, que constituía para ellos la base de su organización. Muchos de esos valores se han mantenido en España hasta nuestros días. Al jefe le debían respeto, obediencia y apoyo incondicional, pues su poder sobre su pueblo era ilimitado.
Los suevos lucharon contra los vándalos, los vencieron y los desplazaron hacia el sur de la península y al norte de África. Por su parte Ataulfo rey de los visigodos se traslada con su corte a Barcelona donde es asesinado por un miembro de su séquito en el 415. Le sucede Valia que en el 418 aniquila a los alanos y vándalos. Los pequeños grupos que quedaron se mezclaron con los suevos que, por su parte, habían creado la primera monarquía germánica en España.
Durante cincuenta años, el reino de los suevos fue el mas poderoso de Hispania, pues los godos tenían su territorio en las Galias, y en Hispania solo la Tarraconense.
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