Alfonso Enríquez, hijo de Teresa de Castilla
(hija de Alfonso VI) y de Enrique de Borgoña, y por tanto primo de Alfonso VII
de León y de Castilla, por la parte del
padre y de la madre (dos hermanos casados con dos hermanas), y una vez muerto su padre en 1114, se subleva
contra su madre con el apoyo de magnates portugueses y la vence en el Campo de
San Mamede (cerca de Guimaraes) en 1128, apoderándose del condado de Portugal.
Alfonso I de Portugal (Guimaraes) |
No obstante el conde de Portugal continúa en
su lucha contra los Almorávides y el 1 de octubre de 1139 los derrota en la
batalla de Ourique (¿un arrabal de Lisboa?) y es aclamado por los suyos como
rey. En 1147 conquistó Santarem, y el 23 de octubre del mismo año conquistó
Lisboa, con ayuda de cruzados y barcos franceses e ingleses.
Su primo Alfonso VII se reúne con él en
Zamora y le reconoce como rey, pero sigue manteniéndole como vasallo, poniendo
en entredicho la independencia de Portugal. Alfonso Enríquez recurre al Papa
Lucio II, y tras entregarle una fuerte suma en 1144, el Pontífice reconoce su reino y a él como Alfonso I de Portugal.
Después vendrían las guerras fronterizas
contra sus parientes españoles, sobre todo contra Fernando II de León.
A su muerte (6 de diciembre de 1185) el
reino de Portugal estaba totalmente consolidado y reconocido por el Papa y
todos los príncipes europeos.